Para hablar en público, es importante prepararse, es imprescindible
captar la atención de los oyentes. Dicen que no hay temas aburridos, sino
oradores poco entusiastas.
- Preparase al comienzo de la charla, hay que captar la atención
desde el principio hasta el final y dejar una buena impresión.
- Conocer perfectamente el tema, informarse, documentarse.
- Evitar bloqueos y silencios, lo mejor es realizar ejercicios
mnemotécnicos en esas palabras o frases no tan usuales. La creatividad, la
sencillez o el sentido del humor son una buena salida.
- Lenguaje corporal, cambiar el ceño fruncido por una sonrisa,
el cuerpo encorvado por una espalda recta
- El tiempo es una cuestión de suma importancia, no debemos
dejar q se nos escape sin haberlo aprovechado, la improvisación no suele ser
indicada.
- La imagen es nuestra carta de presentación, cuidar el aseo
personal, la limpieza en el atuendo, el color de la ropa.
- El ensayo es una jugada estratégica fundamental.
Otro punto muy interesante que cabe destacar y profundizar
es el cuidado de la voz, es el instrumento indispensable a la hora de hablar en
público, podría faltar cualquier otra cosa a la hora de exponer ante un público.
Un mal uso puede hacerte pasar un mal momento a mitad de tu presentación.
Muchos no toman en cuenta este aspecto sencillo, pero importante y que puede
echar a perder tu intervención al hablar en público.
Sigue estos consejos
para cuidar tu voz:
Cuida el volumen de tu voz: Si empiezas a sentir dolor en tu
garganta mientras estas a mitad de tu discurso, es porque está hablando
demasiado fuerte y debes bajar el volumen. La mejor herramienta en estas
situaciones es tener un micrófono a mano.
Hablar poco antes de tu presentación: las horas anteriores
procura usar un volumen medio, esto ayudara a que tus cuerdas estén descansadas
al momento de iniciar tu presentación.
Un masaje a tus cuerdas vocales: bostezar, hacer gárgaras de
agua tibia con un poco de sal las mantiene relajadas y limpias. Es recomendable
que hagas este procedimiento la noche anterior a tu exposición y unas horas
antes de la exposición.
Trabaja tu dicción, leer en voz alta, es algo sencillo pero
muy efectivo, te dará fluidez, seguridad y hará que se te entienda mucho mejor
tu voz cuando hablas.
La entonación es la clave, o puedes utilizar siempre el
mismo tono, pero si utilizas una voz con matices, conseguirás llegar más a los oyentes.
El ritmo, hablar rápidamente, hace que la articulación sea defectuosa
y por ende no sea comprensible, un ejercicio muy efectivo, es utilizar un
metrónomo y hablar siguiendo el tempo.
El volumen, añade expresividad, cuando queremos enfatizar
algo, utilizando un ligero cambio de tono le damos más importancia a la frase y
hace el dialogo más ameno.
Por último y no menos importante, la hidratación, mantener
nuestras cuerdas vocales húmedas mejora la vibración, las cuerdas vocales no
pueden lubricarse por sí solas, por eso beber agua o tomar baños de vapor
pueden ayudarnos muchísimo a la hora de utilizar la voz.
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