Hoy voy a escribir sobre mi



Esta de aquí soy yo, Sol y hoy les voy a contar una historia, mi historia, de cómo decidí ser fonoaudiologa o logopeda.

Todo empezó cuando termine el secundario, como mi familia no tenia dinero para pagarme la universidad, me toco trabajar, de camarera, en tiendas de zapatos, cuidando niños, hasta que conocí una niña pequeña, con sordera profunda. Nos hicimos muy amigas y empezamos a compartir una hermosa experiencia; una rehabilitación auditiva; allí fue cuando conocí más de cerca la que sería mi profesión.

Fue amor a primera vista, vi el trabajo de aquella profesional y me dije, “yo quiero hacer esto”. Allí comenzó a crecer mi curiosidad, empecé a investigar, a leer, a preguntar a otras “fonoaudiólogas”.

Y cada vez me enamoraba más! Veía un amplio abanico de posibilidades y un gran campo de acción, no solo enseñar a hablar bien, sino ENSEÑAR A HABLAR a adultos! Entre muchísimas otras cosas.

Y luego llegó el gran día, mi primer día en la universidad, cuantas cosas serían las que empezaría a vivir en ese sitio. Algunos días eran geniales! Otros no tanto… Mas de una vez quería dejar todo, porque extrañaba a mi familia, yo, una chica de pueblo se tuvo que ir a la ciudad para conseguir su sueño

Recuerdo mi primer examen!! Que nervios! Sentía q me iba a marcar el camino, y fue la mejor manera de comenzar, un 10 en mi primer examen! Que alegría, solo pensaba, espero que sea el primero de unos cuantos.

Hasta que llegó mi último examen, el que me faltaba para acabar la carrera, el que me acercaba a “el gran premio”, y fue el día más bonito de mi vida, mi alegría era gigantesca.

Y allí empecé un nuevo camino, un camino muy largo que no se acabara nunca.

Nunca se olvida el primer paciente y ver los avances por más pequeños que sean te llenan de alegría. Confieso que he llorado más de una vez con niños y con padres, porque están muy equivocados si solo damos buenas noticias, me ha tocado dar malas noticias y ver a padres llorar y nunca sabes que hacer.
Una profe más de una vez nos decía: "cara de poker", aun no puedo hacerlo... lo siento...
Me pasaron muchas cosas, buenas y malas, me asaltaron 2 veces y una de ella me pusieron un arma en la cabeza, ese dia fue terrible, quise dejar todo, no queria volver a Córdoba, lo pase muy mal, pero entre familiares y amigos volvi al ruedo...

Luego, por vueltas de la vida, (por amor mas concretamente), me tomé un avión y 12.000 Km después terminé en España, y aquí estoy, trabajando en un hermoso centro llamado MONDALUA.

Esta profesión es hermosa, los logopedas, estamos para ayudar a la gente, para mejorar su calidad de vida, para hacerlos sentir bien.

Estamos para:
  • Que un niño que tartamudea, pueda expresarse.
  • Que un adulto que perdió el habla, pueda hablar.
  • Que a un pequeño no se le entienda lo que dice, pueda hablar correctamente.
  • Que un niño que respira por la boca, respire por la nariz.
  • Que una maestra no pueda hablar porque su voz está dañada, pueda dar una clase sin dificultad.
  • Que un laringectomizado pueda tener una nueva voz
  • Que una persona con Parkinson, ELA o alguna enfermedad degenerativa tenga problemas para tragar los alimentos, a poder disfrutar de todas las comidas
  • Que luego de un accidente se paralice la mitad de la cara, poder volver a moverla armónicamente.
  • Que un bebé recién nacido no pueda tomar la teta, pueda alimentarse de la leche materna.
  • Que un pequeño con labio leporino pueda respirar, alimentarse y hablar correctamente.
  • Que un niño en edad escolar no pueda leer, lea un cuento.
  • Que una persona que no escucha, escuche por primera vez.

Con mucho trabajo, responsabilidad, esfuerzo y colaboración de la familia, los logopedas podemos lograr estas y muchas cosas más.


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